Las actividades comerciales normales de una empresa como son los pagos de compras, el pago de sueldos o cualquier tipo de inversión para nuevos proyectos pueden requerir de una buena liquidez por parte de sus dueños y/o socios. Para conseguir estos recursos de manera inmediata una buena opción es de lo que hablaremos en este artículo: factoring en Chile.
Al momento de adjudicarse un trabajo o nuevo contrato, hay veces que se fijan plazos para el pago de las facturas de hasta 60, 90 o más días con los clientes, lo que puede llegar a generar problemas de liquidez. También, en otras ocasiones, debido a que se han empezado nuevos proyectos que pueden llegar a requerir grandes compras o incluso tener que hacer nuevas contrataciones, el hecho de pagar la nómina del personal puede llegar a ser un dolor de cabeza a fin de mes. Con el factoring la empresa podrá contar con recursos de forma inmediata mediante la cesión de sus facturas emitidas a plazo.
El factoraje o factoring en Chile consiste esencialmente en ceder facturas emitidas para ser cobradas a plazo con el fin de obtener el monto de la factura menos una comisión que se llevará la empresa que realizó estas facturas.
Es una buena alternativa de financiamiento para pequeñas y medianas empresas, las que a su vez son las que más utilizan este tipo de servicio de financiamiento en Chile.
En Chile, está regulada bajo la Ley 19.983, promulgada el 15 de abril del año 2005 (la cual ha tenido varias modificaciones posteriores). Esta ley establece todas las reglas y normativas que rigen las operaciones de factoring y determina, por ejemplo, que las facturas tienen un plazo de 30 días de vencimiento a menos que se estipule otro plazo al momento de la compraventa del bien o servicio.
La Superintendencia de Valores y Seguros es el organismo encargado de aplicar esta ley a todas las empresas y entidades que utilicen este recurso financiero.
En función del tipo de acuerdo firmado por la empresa y la entidad de factoraje se pueden clasificar como:
Este es útil para las empresas que tienen operaciones en el extranjero y desean ahorrarse el tiempo de espera para el pago de sus servicios por parte de sus clientes. También le sirve a empresas que tienen su casa matriz en un país diferente al que operan comercialmente por cuanto estas buscarán cambiar a las divisas locales los montos de las facturas emitidas.
En este caso, el objetivo que se busca no es obtener liquidez inmediata, sino que al momento del acuerdo de factoraje la empresa encomienda a la entidad financiera el pago de sus proveedores. Usualmente se usa para cumplir plazos establecidos con estos y así no incurrir en morosidades y posibles multas o intereses. Al momento de cobrarse la factura, la entidad pagará a la empresa la diferencia restante incluyendo también la respectiva comisión.
Corresponde a cuando dos o más entidades se reparten los derechos de los pagos de la o las facturas dentro de una misma operación. Las entidades trabajarán en conjunto para desarrollar los cobros a los clientes del o los cedentes de las facturas.
Como desventaja se podría considerar el costo del servicio que, dependiendo de la entidad financiera con la que se suscribe el factoring y el tipo de transacción, puede llegar a ser importante. También en el caso de las operaciones de factoraje con recurso, la empresa debe asumir el riesgo en caso de no pago por parte del deudor del documento.
El factoring en Chile es una útil herramienta para las pequeñas y medianas empresas que buscan alternativas de financiamiento y que cuentan con facturas emitidas para ser cobradas a plazo.