Reforma Previsional en Chile: Impacto del Aumento del 7% en Cotización para Empleadores

La Reforma Previsional en Chile introduce un aumento paulatino del 7% en la cotización de los trabajadores, que irá cargo del empleador. Este cambio, fruto de intensos debates en el Congreso, impacta directamente los costos laborales y la forma en que se administran los aportes para la capitalización individual, el Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS) y el nuevo Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP). En este artículo, profundizaremos en la distribución de ese 7%, su gradualidad, la posible extensión de plazos y las implicancias macroeconómicas que han planteado diversos actores, como la economista Cecilia Cifuentes.
Tabla de contenidos
¿En qué consiste el aumento del 7% de cotización para el empleador?
La reforma previsional que se discute en Chile contempla elevar en un 7% la cotización previsional de los trabajadores formales, con la salvedad de que dicha alza será totalmente asumida por el empleador. En términos prácticos:
- El aporte adicional se destinará a fortalecer los fondos de pensiones (a través de la capitalización individual).
- Se creará un mecanismo de protección y beneficios, como el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP).
- Se asegurará el financiamiento del Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS), cubriendo riesgos previsionales de largo plazo.
La intención es reducir la brecha de pensiones existente y mejorar los montos que recibirán los futuros jubilados, aunque con un impacto significativo en los costos laborales de las empresas y una distribución particular de los recursos.
Distribución del 7%: Capitalización Individual, FAPP y SIS
Este 7% adicional no irá íntegramente a la cuenta de capitalización individual del trabajador. Se prevé una división en tres grandes ámbitos:
Capitalización Individual
- Una parte del 7% se aporta directamente a la cuenta personal del afiliado.
- En los primeros años, este porcentaje es reducido, pero aumentará gradualmente hasta alcanzar un máximo de 4,5% (dependiendo de la estructura final de la ley).
- Este flujo contribuye a mejorar el ahorro personal de cada trabajador, incidiendo de forma directa en el monto de su futura pensión.
Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP)
- El FAPP es un nuevo fondo destinado a financiar diversos beneficios previsionales, como la recompensa por años cotizados o el préstamo reembolsable que se ha mencionado en las negociaciones parlamentarias.
- Este fondo tiene una administración distinta a los instrumentos de ahorro individual, pudiendo involucrar una lógica de solidaridad o “seguros colectivos”.
- En los primeros años, una proporción importante de este 7% se destina al FAPP, y luego va disminuyendo para dar paso a un mayor aporte a la cuenta individual.
Compensación y Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS)
- Una fracción del 7% se aplica para compensar diferencias en las tablas de expectativas de vida de la población, cubriendo un riesgo de longevidad.
- El SIS es un seguro obligatorio que cubre la invalidez y el fallecimiento del afiliado, y su financiación se ve reforzada por este aporte.
- Si bien en la actualidad el SIS lo costean los empleadores, esta reforma ajusta cómo se reparte ese costo dentro del 7%.
Gradualidad del Aporte: Cómo se Aplicará a lo Largo de Nueve a Once Años
Una característica clave del aumento del 7% es que no se implementará inmediatamente en su totalidad, sino de forma gradual en un lapso que oscila entre nueve y once años.
Inicio a los 5 Meses de Publicada la Ley
Según se ha planteado en el Congreso, los aportes comenzarán a realizarse cinco meses después de la publicación oficial de la ley. Este lapso permite que:
- Las empresas planifiquen sus presupuestos y costos laborales.
- El sistema previsional se adapte a los nuevos procedimientos y registros.
- Se comunique a los trabajadores sobre la repercusión en sus cuentas previsionales.
Primeros Años: 0,1% a Capitalización Individual
Durante los primeros dos años de vigencia:
- Solo un 0,1% del 7% se dirige a la cuenta personal del afiliado.
- El resto se distribuye entre la compensación por expectativas de vida y el Fondo Autónomo de Protección Previsional (FAPP).
- Este esquema inicial refleja una lógica de transición, en la cual se busca asegurar otros objetivos (como protección colectiva) antes de volcar la mayoría del aporte al ahorro individual.
Aumento Progresivo hasta 4,5% al Final del Período
A partir del tercer año, la porción destinada a la capitalización individual empieza a crecer de forma escalonada:
- Desde el cuarto año de vigencia, cada año se suma un 0,7% adicional para la cuenta personal, hasta llegar a 4,5% en total.
- Se estima que el periodo completo de implementación será de 9 años, al cabo de los cuales la mayor parte del 7% estará orientada a la capitalización individual.
Posible Extensión a Once Años
Si la recaudación fiscal proyectada con la reforma no cumple las expectativas en los primeros años, se contempla la opción de alargar la gradualidad hasta once años. Este escenario:
- Modificaría los porcentajes anuales que van a la cuenta individual.
- Afectaría los flujos de caja de los empleadores y la timeline de aportes definitivos al trabajador.
- Busca dar mayor flexibilidad al Estado para equilibrar las finanzas públicas.
Impacto en el Flujo de Caja del Empleador
Para los empleadores, el nuevo 7% supone un incremento en el costo laboral. Aunque el impacto inicial puede verse como menor al principio —debido a que parte se destina a fondos colectivos y solo 0,1% va a la cuenta del trabajador—, con el tiempo aumentará de forma significativa hasta alcanzar el tope.
Recomendaciones para manejar este impacto:
- Planificación financiera: Incluir en el presupuesto anual los incrementos graduales de la cotización.
- Comunicación interna: Explicar a los colaboradores el nuevo escenario, evitando confusiones sobre reducciones en sueldo o cambios en beneficios.
- Evaluación de costos: Analizar si será necesario ajustar estrategias de contratación, sueldos, o buscar eficiencias en otros ámbitos para compensar el mayor gasto previsional.
Perspectiva Macroeconómica: ¿Ahorro o Consumo Presente?
Algunos expertos, como la economista Cecilia Cifuentes, han expresado preocupación sobre el hecho de que parte del aporte no vaya directamente al ahorro individual, sino que se utilice en elementos de consumo presente o beneficios colectivos. Sus argumentos señalan que:
- Mientras menos fracción se destine al ahorro real, menor es el efecto en la formación de capital y el futuro monto de pensiones.
- Un desbalance en la inversión de largo plazo y el gasto corriente puede afectar las posibilidades de que el sistema previsional cumpla sus objetivos de mejorar las pensiones.
- La distribución final (qué porcentaje va a cada fin) es fundamental para determinar si la reforma verdaderamente incrementará la tasa de ahorro nacional.
En contrapartida, otros grupos defienden la necesidad de mecanismos solidarios y de protección, argumentando que la capitalización individual, por sí sola, no siempre resulta suficiente para garantizar pensiones dignas.
Detalles de la Implementación y Ley Final
Dado que la reforma previsional se encuentra sujeta a negociaciones y discusiones en el Congreso, es posible que algunos porcentajes o plazos se ajusten en la ley final. Los puntos a monitorear incluyen:
- Porcentaje exacto de destinación al FAPP y cómo se definirá su administración.
- Tasas de crecimiento anuales para la capitalización individual.
- La duración definitiva de la gradualidad (9 o 11 años).
- Condiciones para el “préstamo reembolsable” y la definición de quiénes acceden a él.
- Mecanismos de fiscalización y sanciones por incumplimientos.
A pesar de estos matices, se espera que la estructura básica se mantenga: un aporte del 7% de cargo del empleador, con una implementación escalonada y una parte significativa derivada a la capitalización individual en el largo plazo.
Preguntas Frecuentes (FAQs)
A continuación, respondemos 7 dudas habituales sobre el aumento del 7% en la reforma previsional:
1. ¿Desde cuándo comienza a regir el aporte adicional del 7%?
Según el proyecto, los empleadores comenzarían a aportar cinco meses después de la publicación de la ley en el Diario Oficial. Este plazo pretende brindar tiempo para adecuaciones administrativas y presupuestarias.
2. ¿El trabajador verá reducido su sueldo por este aumento?
No. Este 7% es de cargo del empleador, por lo que no se descuenta del salario bruto del trabajador. Sin embargo, puede influir en la estrategia de contratación futura de las empresas.
3. ¿Cuánto irá finalmente a la capitalización individual?
La meta es que, después de la gradualidad, se alcance un 4,5% del 7% total para la cuenta personal del afiliado. El resto se destinará al FAPP, compensaciones y SIS.
4. ¿Qué pasa si la recaudación fiscal no cumple las proyecciones?
Existe la posibilidad de extender la implementación a once años, ralentizando la progresión de los porcentajes que van a la capitalización individual, para equilibrar las finanzas públicas.
5. ¿Este 7% reemplaza parte de la cotización obligatoria actual (10%)?
No. El 10% actual se mantiene y se descuenta del salario del trabajador. El nuevo 7% es adicional y corre por cuenta del empleador. Por ende, la cotización total subiría a 17% (10% del trabajador + 7% del empleador), pero con una distribución interna distinta.
6. ¿Cómo afectará esto a las pequeñas empresas?
Podría ser más desafiante para pymes y microempresas, pues incrementa sus costos operativos. El Estado evalúa apoyar mediante incentivos o periodos de transición flexible para emprendimientos con menor capacidad de pago.
7. ¿Habrá cambios en la edad de jubilación o en los multifondos?
La reforma se centra en el aporte del empleador y la creación del FAPP, sin mayores alteraciones a la edad de pensión (65 años para hombres, 60 para mujeres, sujeto a la reforma actual) o al sistema de fondos. No obstante, podrían surgir discusiones adicionales en el marco de la aprobación definitiva.
Conclusiones: Prepararse para un Nuevo Escenario Previsional
La Reforma Previsional que propone un aumento de 7% en la cotización, con cargo del empleador, marca un cambio sustancial en el sistema de pensiones en Chile. Con su distribución entre capitalización individual, el FAPP, la compensación por longevidad y el SIS, se busca equilibrar el ahorro privado con mecanismos de protección. Sin embargo, el impacto en costos laborales es relevante, por lo que es crucial que las empresas (grandes y pequeñas) planifiquen su flujo de caja y comprendan los detalles de la implementación.
En síntesis:
- La gradualidad, de nueve a once años, otorga un margen para ajustarse, pero las empresas deben contemplar un incremento continuo.
- Gran parte del debate gira en torno a qué porcentaje se destina a ahorro real (capitalización individual) versus otras finalidades.
- Para los trabajadores, la posibilidad de una cotización total del 17% (10% trabajador + 7% empleador) puede traducirse en pensiones más altas, pero depende de la eficacia de la gestión y de la solidez del Fondo Autónomo de Protección Previsional.
La ley definitiva podría modificar algunos detalles, pero la estructura principal —un 7% adicional al cargo del empleador, distribuido gradualmente— se mantendría. Como empleador, lo mejor es informarse y prepararse para este escenario, ajustando las finanzas de tu empresa y manteniéndote al día con los cambios normativos que determine el Congreso.
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