Si estás desempleado actualmente, pero poco a poco te va yendo mejor con las entrevistas laborales, debes empezar a valorar que existen ciertos protocolos entre el empleador y el personal a cargo en los contratos de trabajo.
En caso de tener éxito en tu próxima reunión, lograrás que te den un par de hojas redactadas para que las firmes en ciertos puntos; la idea es que queden estipulados allí el sueldo que percibirás, la cantidad de horas trabajadas, fechas de pago, garantías laborales y otras materias, según la empresa que contrate tus servicios.
La manera clásica de desglosar los tipos de contratos de trabajo existentes en Chile es separando las funciones de los laburantes según el tiempo que destinen semanalmente a cumplir con sus obligaciones y las horas que permanezcan en sus puestos. Así, ya sea de forma presencial o en línea, el personal a cargo deberá cumplir con ciertas exigencias al momento de sellar el acuerdo, como respetar los horarios de entrada, salida o el comportamiento hacia sus compañeros. Todo debe quedar respaldado por ambas partes.
Para que te quede un poco más clara la idea y te prepares en caso de que te seleccionen, a continuación encontrarás toda la información que necesitas acerca del tema.
Los siguientes son los diferentes tipos de contratos a los que podrás acceder en nuestro país. ¿Quieres saber más? No tienes más que seguir leyendo para conocer los tipos de contrato de trabajo en Chile.
El primer tipo de acuerdo entre el empleador y el subordinado es el contrato de trabajo a plazo fijo. ¿Qué significan estas palabras? ¿Qué quiere decir «plazo fijo»? Muy sencillo: en este tipo de contratos queda señalado expresamente que la duración del vínculo tiene un tiempo de caducidad definido. Es decir, que la jefatura a cargo no puede cesar de sus funciones al trabajador antes del plazo acordado, que puede ser de un día, un mes o incluso un año.
Si las circunstancias llevan a que el empleador quiera despedirte previamente al término del acuerdo, deberá indemnizarte con cada uno de los pesos que te correspondan hasta la fecha. La Dirección del Trabajo chilena garantiza esto desde hace un par de años y asegura que el laburante no sufra inesperadamente los embates de un despido.
Este segundo acuerdo es el que quieren lograr casi todas las personas. ¿Por qué? Fácil: porque un contrato de trabajo a plazo indefinido establece que no existe caducidad temporal del vínculo laboral. Eso genera una mayor estabilidad en tu nuevo puesto de trabajo, que podría durar desde unos meses hasta varios años. La única forma en la que el documento quedaría anulado es si ambas partes así lo determinan, si el empleado decidiese renunciar, si no cumpliese las funciones acordadas o, en el caso más extremo, si llegase a perder la vida.
Si acabas de firmar un contrato a plazo fijo, debes tener en consideración que el documento podría transformarse en indefinido si se ha vencido el primer plazo estipulado y el empleador quiere seguir contando contigo, o bien si expira tu segundo acuerdo a plazo fijo. Es decir, que según tu desempeño podrías optar a un trato que asegure, además, beneficios sociales y otras garantías del estado.
El tercer tipo de vínculo laboral más interesante es el contrato part time. En este tipo de documento queda de manifiesto que el trabajador no podrá asistir más horas de las establecidas previamente. Acá es muy difícil escalar hasta un indefinido, y por tanto es la opción que escogen las personas que no pueden estar tantas horas del día fuera de casa, los estudiantes que deben compatibilizar sus funciones académicas con las laborales o aquellos sujetos que ya cuentan con otro trabajo y desean hacer doble jornada en lugares distintos.
Finalmente, debes saber que existe una cuarta alternativa a la que podrás echar mano si ninguna de las anteriores te acomoda. Los contratos según el vínculo laboral permiten que ambas partes logren definir sus acuerdos limpiamente. Uno de los casos más comunes es el de un contratista que decide prestar sus servicios a cualquier empresa externa, pero con trabajadores a su cargo.
Otros casos especiales dentro de este tipo son los que reúnen a empleados domésticos, artistas, practicantes, portuarios o temporeros. En esta ocasión se da por descontado que estos laburantes serán contratados a tiempo parcial o por temporadas.
Como ves, son varios los tipos de acuerdo a los que puedes llegar con un empleador, de modo que casi siempre es posible adaptarse a las necesidades de ambas partes. Existen multitud de contratos de trabajo en Chile, pero, ¿cuál es tu opción favorita? Planea cuanto antes lo que tú necesitas y lo que contempla cada tipo de acuerdo. Después de todo, el contrato será lo único que respaldará tus funciones, y te podrá ayudar en caso de alguna emergencia. ¡Da el salto al mundo laboral!
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