Todo emprendedor, en cualquier sitio del mundo, sueña con poder formar su propio proyecto algún día. Dentro de esos sueños de vida, además existen ciertas obligaciones legales de una empresa que esa persona deberá contemplar al momento de tomar esa decisión. Si a ti también te cautiva la idea y quieres cumplir esa meta, podrás tener los papeles en regla en caso de que algún fiscalizador ronde tu negocio. Solo así es posible que te eximas de multas, malos ratos e incluso de la clausura del local por culpa de irregularidades.
El siguiente paso es reconocer los elementos legales que tendrás que acreditar para poder llevarla a cabo. Todos son vitales para que cualquier municipio acepte o rechace una solicitud de patente, por ejemplo. Dentro de ellos, se encuentran los siguientes.
Mediante estos simples pasos, podrás conformar tu empresa en un día.
Luego deberás continuar con el conducto regular que establece la legislación chilena e iniciar tus actividades en el SII (Servicio de Impuestos Internos). Este trámite se puede realizar de manera presencial en las oficinas encargadas, o bien, en la plataforma web de la institución. Si el proceso te resulta complicado, o un tanto engorroso, siempre puedes pedir ayuda a algún profesional de la contabilidad.
Y para que el sistema reconozca la iniciación, deberás contar con algunos antecedentes necesarios de cara a realizar este movimiento: obtener una clave secreta otorgada por el SII, en caso de hacer el trámite por Internet, o la cédula de identidad al acudir ante una oficina, ser persona natural chilena o extranjero que tenga residencia en el país, tener más de 18 años y completar el Formulario Electrónico 4415. Si logras reunir todo lo descrito, será posible que el Servicio de Impuestos Internos te integre entre sus archivos.
Para completar el proceso con éxito, toca el turno de que comprendas el funcionamiento del proceso de obtención de los documentos, que se realiza mediante la factura electrónica y sin la necesidad de abandonar tu hogar en medio de la crisis sanitaria. Como contribuyente, tendrás que solicitar una autorización tributaria en la página del SII: para ello hay que ingresar con RUT y clave, seleccionar el tipo de folio que necesitas y, finalmente, emitir el archivo que necesites. Pero este proceso no sirve solo para emitir facturas: también te será posible obtener una boleta electrónica si logras completar el mismo procedimiento del párrafo anterior.
En cuanto a la acreditación que necesitarás para cumplir con un funcionamiento responsable de tu empresa, deberás contar con una patente comercial y permiso de trabajo. Ambos documentos se pueden solicitar en el municipio que te corresponda según la dirección de local entregada en el SII.
Estos papeles son los únicos que podrán salvarte en caso de que los inspectores acechen en las cercanías de tu proyecto. Siempre es bueno que puedas trabajar tranquilo, sin la presión extra que significa una multa por incumplimiento de deberes.
Toda empresa debe declarar sus impuestos mes a mes, cancelándolos cuando la fecha de acuerdo se aproxime en el calendario regular. Así, tú, como dueño del proyecto, podrás optar a una devolución de esos impuestos una vez se complete el año. Dicha devolución se puede solicitar antes de que finalice la primera mitad de la temporada, y está sujeta a regulaciones por parte de Tesorería General de la República. Para declarar y cancelar estos ítems, podrás realizar el proceso en las oficinas presenciales o de forma virtual en www.sii.cl.
Pero, ¿sabes por qué debes pagar esos impuestos y qué significan? El Impuesto al Valor Agregado o IVA corresponde al 19% de los ingresos obtenidos mensualmente. Eso se descuenta en la declaración, y debes tener en cuenta que no podrás contar con esa cifra al momento de cobrar por tus ingresos. Esta retención va directamente a las arcas fiscales para que ellas puedan invertir en obras del estado.
Sobre el Impuesto a la Renta, vale decir que será proporcional al monto que declares. De tal forma, si tuviste éxito y generaste millones de pesos en ganancias, será mayor la cantidad de dinero que debas contribuir. Como ves, es una operación directamente proporcional y tendrás que poner ojo cada vez que se presente la instancia de regularizar los impuestos.
También debes considerar los recursos humanos que componen tu organización. Documentos como los contratos de trabajo y pago de cotizaciones tendrán que ser definidos legalmente y cumplir con las bases que establece la Constitución: en caso de detectar irregularidades, los propios empleados pueden acudir a la Inspección del Trabajo y abrir un expediente. Es conveniente evitar este tipo de situaciones para que nadie de la empresa se vea afectado.
Dentro de esas regulaciones, además, tendrán que estar definidas las horas que debe cumplir cada trabajador, si es que habrán bonos por metas cumplidas, gastos de traslado o cupones de alimentación que vayan en su ayuda.
No es necesario que un abogado haga todo, pero siempre es bueno contar con la asesoría de uno. Puedes contar con nosotros si necesitas este tipo de asesoría.
Como puedes observar, no se puede jugar con las obligaciones legales de una empresa, pues pueden comprometer para siempre el desarrollo de tu proyecto. Más vale adecuarse a los requerimientos solicitados por el Servicio de Impuestos Internos y evitar líos con el fisco, un organismo que puede crearte muchos problemas si decides hacer las cosas de manera incorrecta.